Chava comiendo pollo |
Durante los 2 meses pasados estuvimos yendo y viniendo de la SEJ para cambiar e inscribir a 4 jóvenes de la Casa Hogar a la secundaria que está más cerca.
Fuimos 5 veces, 3 de ellas sólo para que nos dijeran, todavía no está listo, vengan en una semana. Es aproximadamente 1 hora de recorrido y además es todo un trabajo para recolectar los papeles, esperar tu turno en la fila, esperar una respuesta positiva, etc.
La verdad, y en serio fue un proceso bien tedioso, no difícil, porque la última vez que fuimos en menos de 10 mins nos solucionaron y eso porque habíamos estado dando lata.
Edward,Chava, Nahum,José Elías y Milton |
No puedo imaginar todo el proceso antes, durante y después...porque además de preinscribirlos, inscribirlos, ir a ver las listas, cambiar, permutar, confirmar, pagar la "cuota voluntaria" y llevar copias de sabe cuantos papeles hay que gastar muchos cientos de pesos en uniformes, útiles, zapatos, mochilas, etc.
Cuando estaba en la secundaria no pensaba en todo eso, hasta hace 2 meses tampoco y después de ser parte de todo ese proceso pienso mucho en mis padres y en todos los padres que tienen que pasar por esta situación cada 6 meses o cada año.
Cuando éramos niños o adolescentes no valorábamos ni entendíamos lo que sucedía.
Agradezco que mis papás hayan hecho todo este esfuerzo para inscribirme en la secundaria. Tal vez no fui la mejor alumna, pero sin cumplir la secundaria pues no se puede llegar a Licenciada (me gusta esa palabra).
Lo más importante es que gracias a Dios aún puedo agradecerles por esto a mis papás. Si tienes a tus papás, a tu mamá o tu papá que te inscribieron, en serio, agradéceselos. Por el kinder, la primaria, la secundaria y hasta la prepa...(espero que no los hayas puesto a inscribirte en la Universidad, jeje)...de verdad es un proceso largo, donde se pone a prueba la paciencia, la tolerancia, el respeto y sobre todo el amor...el AMOR a los hijos.
Todo esto es por mero y puro AMOR, amor que se demuestra con este y muchos otros hechos.
Amor que los papás muestran para que sus hijos salgan adelante, para que se preparen, para que lleguen a cumplir sus sueños, sus metas.
Eso y más, mucho más, hace un padre que ama. Mi papá no es el papá perfecto. Pero habría sido muy difícil salir adelanta si él no hubiera cumplido su rol.
Gracias a mi Padre celestial, que es perfecto y me dio la prueba de amor más valiosa.
Gracias a Dios porque me dio a un padre terrenal que me motiva y me anima a salir adelante, un padre que me enseñó cosas invaluables y que serán parte de mi rol como madre cuando sea el tiempo.
Gracias a Dios que Edward, Chava, Nahum y José Elías ya están inscritos y no tenemos que regresar de nuevo a la SEJ (por el momento).
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