**Esta es mi vida...nueva**: Niños en Victoria

Rodrigo en clases de inglés

NIÑOS EN VICTORIA

Oficialmente empece mis actividades el 9 de mayo en la Casa Hogar Niños en Victoria y lo único que pienso cada día al despertarme es: "Gracias Dios, gracias por que sí no fuera por ti, no estaría aquí". Despertarme en un cuarto nuevo después de casi 18 años sigue siendo raro después de 1 semana.

Tener que cocinar, llamar a mi mamá para que me pase las recetas, hacerle consultas culinarias, probar comida "gringa"...eso me recuerda que ya debo empezar a independizarme de "adeveras".

Miguel, él tiene la sonrisa más romántica

La verdad ha sido muy fácil adaptarme a mi nueva casa, a mi "hommie" Erika, a la comida, al ambiente.

Lo que no necesita adaptación y por lo que no podía esperar más tiempo, era ver las hermosas caras de los niños. Cada sonrisa, cada abrazo, cada beso (dado o recibido) es un motivo, una razón más para hacer lo que Dios me ha llamado a hacer, para ser agradecida, para amar porque alguien me amó primero.

Ya, después de sólo 1 semana hay tantas historias que contar, tantos relatos, tantas personalidades, tantos planes, tantos anhelos.

Coby. Tiene "nuestro" anillo de boda

Carlos, él más inteligente de su clase

Siempre pensé que ser niño era cosa fácil, hasta que Dios me llevo a darme cuenta de la inmensa necesidad que pueden llegar a tener. Son niños, que aún sin tener razón de su vida tienen que sufrir las consecuencias de las malas decisiones que sus padres tomaron.

La mayoría de los niños en esta Casa Hogar tiene padres, pero muchos de ellos están en situaciones totalmente lamentables. En drogas, en la delincuencia, en pobreza, incluso algunos están en la cárcel.

No dejo de preguntarme, ¿cómo le hacen estos niños para continuar siendo fuertes, siendo felices, siendo humildes?

Ricardo comiendo crema

Durante la semana, mi amiga Erika, me leyó un pasaje en Oseas y me hizo pensar en la manera en que Dios nos cuida desde nuestra infancia, nos llama, nos busca. Sé que Dios tiene cuidado especial con estos niños, sé que Dios les está amando y cuidando su corazón, sé que tiene un plan perfecto para ellos y oro que su voluntad se cumpla en sus vidas. (El capítulo es Oseas 11)

Brian es muy travieso, pero tierno

Sé que sin Dios, no tendría este anhelo fuerte en mi corazón de impactar la vida de estos niños.
Sé que con Dios, puedo hacerlo.
Sé que sin Dios, no valoraría lo que mis padres hicieron por mí.
Sé que con Dios, estos niños pueden tener un Padre real lleno de amor eterno.
Sé que sin Dios, no podría soportar ver la situación en la que los niños se encuentran.
Sé que en Dios hay una esperanza, una promesa, vida eterna.

Sé agradecido con Dios, tienes un verdadero Padre en él y además eres victorioso en Cristo.